Homenaje a los caídos en La Picaza

En el Cementerio Central se levanta un monolito de recuerdo a los "Caidos en La Picaza". Al respecto explica Luis Sciuto Ferretto en su obra "Junín en la historia y hombres que la impulsaron":
"Permanezcan en la memoria aquellos milicianos anónimos, que heroicamente pelearon a sable y lanza en los campos solitarios de "La Teodolina" (hoy Teodelina, en el sur de la provincia de Santa Fe),  a pocas leguas de la laguna "La Picaza", para morir en sangriento entrevero con el salvaje mientras actuaban bajo las órdenes de Martiniano Charraz, de Lorenzo Balmaceda y de aquel gaucho sableador y lancero, capitán Pablo Vargas.
Muertes ignoradas aquellas; restos abandonados a campo y cielo: huesos blanqueados y soleados a plena pampa; heroes auténticos de una lucha sin testigos en bien de la civilización y del progreso, cuyos despojos recién recibieron cristiana sepultura muchos años después gracias a la piadosa intervención de la señora esposa de Don Diego de Alvear.
Aquellos milicianos pertenecían al famoso cuerpo de "Lanceros Junineros" de tan arriesgada y brillante actuación. Entre ellos Pablo Vargas, Lorenzo Silvano y Lorenzo Balnaceda figuraban como hombres de gran confianza del coronel Conrado Villegas.
También recordemos al subteniente Leyte y al soldado García, muertos heroicamente en cumplimiento del deber militar.
Al sargento mayor Orellanos, quien sucumbió con un grupo de soldados en cruenta lucha mientras custodiaba al ingeniero Juan Carlos Gest, cuando se procuraba avanzar la línea de fronteras con los aborígenes.
Mártires éstos que más tarde fueron reconocidos y recordados por nuestras autoridades municipales, entonces encabezadas por don Juan Vázquez Diez, las que en el año 1893 hicieron erigir un monumento en el cementerio de Junín para perpetuar su memoria".
Vale mencionar que en dicha batalla también tuvo participación don Carpio Caro que es descripto de esta manera por Alberto E. Azcona, jurista, historiador, ensayista y escritor de reconocida trayectoria, nacido en Pehuajó: ". En su expedición a Las Tunas el General Lagos trajo como baqueano a don Carpio Caro, que en realidad se llamaba José Policarpio Caro. Era un "rojero" -venía del pago de Rojas-, "hombre de medios y aficionado a las boleadoras" según cuenta Dionisio Schoo Lastra en "La Laza Rota". Tuvo destacada actuación a las órdenes del General Bartolomé Mitre en la batalla de La Verde, y murió con su hijo, a mano de los indios, cerca de la laguna "La Picasa", en Junín. Un amigo del juninero Vargas y de Faustino Leivas el de Bragado, tenía como lema: "Si peleas, mata".

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