Sequías e inundaciones a lo largo de la historia juninense

Sequías de 1827, 1832. Inundaciones: 1839.En 1874 y 1877 se repiten las grandes precipitaciones a las que siguen las tremendas de 1883 y 1884. En 1900 se producen nuevas inundaciones. Es así como en 1913, mayo y octubre de 1914 y mayo y junio de 1915, se repiten las grandes inundaciones con características alarmantes. En 1929 y 1930 se repite la falta de precipitaciones. A partir de 1952 y hasta 1959, se manifiesta otra fuerte sequía. Sequías más recientes: 2009 y en los meses de diciembre de 2010 y enero de 2011. Once años más tarde -en 2022- volvió a repetirse el fenómeno de la seca con incidencia en los cultivos






Dice Roberto Carlos Dimarco en su "Manual de Historia de Junín"

"Por referencias que señalaremos, sabemos que el año de la fundación fue de gran sequía, al igual que años posteriores.

Carlos Alberto Moncauf, en un documentado trabajo, dice: "La seca se repite entre 1824 y 1832: conócese este período como el de la "gran sequía". 

Durante él los ríos Samborombón y Salado llegaron a secarse por completo.

En este período de la gran seca llovió tan pocas veces que la vegetación -inclusive los grandes cardales- fue desapareciendo. Los campos se convirtieron en inmensas polvaredas. Las aves (perdices, martinetas, patos, gansos, cisnes silvestres, etc.), los mamíferos salvajes (nutrias, peludos, mulitas, zorros, etc.) las vacas y los caballos perecían de hambre y sed.

Dice Carlos Darwin, viajero de estos pagos por 1833, que los "ciervos acudían a beber en los pozos de los patios de las casas y las perdices apenas si tenían fuerzas para levantar vuelo cuando las perseguían".

Como corolario de la gran sequía, sobrevino una época de grandes lluvias que determinaron importantes inundaciones. Se dice que durante aquella espantosa sequía, los lechos de los ríos Samborombón y Salado fueron colmados, de barranca a barranca, con los cuerpos de los animales muertos. 

"Era tal el furor con que se precipitaban al llegar a alguna aguada, que los que llegaban primero era atropellados y muertos y aplastados por los que los seguían en esa carrera densefrenada y macabra".

En 1839, hubo también grandes inundaciones,  en el invierno de 1857 se registran temporales que determinan una gran inundación, debordándose los ríos y las lagunas "encadenadas". 

En 1874 y 1877 se repiten las grandes precipitaciones a las que siguen las tremendas de 1883 y 1884. 

En 1900 se producen nuevas inundaciones. Esta causó a la provincia pérdidas que llegaron a calcularse en 20 millones de ovejas y 2 millones de vacunos sin sumar los sembrados arrasados.

En 1904, por obra del gobernador Marcelino Ugarte, comienza la construcción del Canal del Norte, que debía unir la laguna Mar Chiquita (Junín) con Baradero, este canal de navegación, con obras bastante adelantadas, no dio el resultado pensado y fracasó por diversas causas, entre ellas por falta de agua necesaria.

Es así como en 1913, mayo y octubre de 1914 y mayo y junio de 1915, se repiten las grandes inundaciones con características alarmantes. 

En 1929 y 1930 se repite la falta de precipitaciones. A partir de 1952 y hasta 1959, se manifiesta otra fuerte sequía.

En años recientes, 1991 y 2001, Junín ha sufrido el problema de las inundaciones, un verdadero drama para nuestra zona. 

En 2009 y en los meses de diciembre de 2010 y enero de 2011 también se produjo una marcada sequía que generó pérdidas en la cosecha de maíz. Once años después, en 2022 se registraba otro período de sequía intensa que tuvo su repercusión en los cultivos agropecuarios y en la ciudad toda.










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