Historia de Pedro Ramos: un comandante del Fuerte leal a Rosas y que murió de fiebre amarilla

Hizo la campaña al desierto de 1833 a órdenes de Rosas. Fue el tercer jefe del Federación en 1830-1831







Pedro Ramos (n. Buenos Aires, junio de 1795 – † íd., marzo de 1871), militar argentino, que participó en la guerra de independencia y en las guerras civiles de su país, y en la lucha contra los indígenas. Se hizo conocido como eficaz oficial a órdenes del gobernador Juan Manuel de Rosas.

Era hijo de Tomás Ramos y Rufina Domecq, y nació en Buenos Aires el 28 de junio de 1795, este guerrero de la Independencia y de las luchas contra los indios que sirvió a la patria desde los días de la Revolución de Mayo. Sentó plaza en el Regimiento de Granaderos a Caballo en 1813, y le tocó luchar en el sitio de Montevideo y también contra Artigas, en disidencia con los directoriales de Buenos Aires.

Trayectoria

Ingresó en el Regimiento de Granaderos a Caballo en 1813 y participó en el Sitio de Montevideo y en la guerra contra los federales de José Artigas, combatiendo en la derrota de Guayabos.
 
Junto a San Martín y el duelo con Brandsen
 
Pasó al Ejército de los Andes e hizo las campañas de Chile, combatiendo en Chacabuco, Curapaligüe, Gavilán, Cancha Rayada y Maipú. Hirió en duelo al después coronel Federico Brandsen. Hizo también la campaña del sur de Chile, combatiendo en Chillán y Bío Bío.
Estando el Ejército de los Andes acampando en Chimbarongo (marzo de 1818), en reunión de academia de oficiales el francés Carlos Federico de Brandsen manifestó que “no creía en el triunfo porque los oficiales del país no valían como los del enemigo, que eran europeos y aguerridos”. Ramos esperó en la puerta de la tienda y al salir Brandsen le dijo: “Si Ud. quiere saber cómo son los oficailes argentinos, espero sus padrinos”.

Esa misma noche se batieron, en condiciones rigurosas: a sable y hasta quedar inutilizado uno de los lidiadores. Ramos tuvo por padrino a Gerónimo de Olazábal, y Brandsen a Viel. Ambos dieron pruebas de coraje y fortaleza. Ramos recibió una leve herida en la nariz, cerca del ojo derecho; pero Brandsen cayó de un hachazo en la cabeza. San Martín descubrió el duelo y arrestó a Ramos. Inútilmente trató de sonsacar a Brandsen quién lo había herido. “Un argentin”, decía en mal castellano. Días después debieron librar la Batalla de Maipú y Ramos se escapó del cuarto de banderas para asistir a la pelea. Volvió de ella trayendo más prisioneros que soldados. San Martín le dijo entonces: “Capitán Ramos, está Ud. en libertad”.

Fiel rosista

Fue enviado a San Luis, donde permaneció hasta que esa provincia se separó de la de Cuyo.

Regresó a Buenos Aires, donde fue ayudante del coronel Agustín de Pinedo, con el que hizo las campañas al sur de la provincia, hasta Tandil, Bahía Blanca y Sierra de la Ventana al mando de éste y de Federico Rauch. Pasó a la guardia de Salto, y a órdenes de Ángel Pacheco.

Acompañó al coronel Martín Rodríguez en su entrada al desierto, y en 1821 peleó en Saladas. Pasó después a comandar el regimiento 5º de caballería, al frente del cual peleó contra los indios en Puesto del Rey. Hizo la campaña contra el cacique Pincheira, a las órdenes del coronel Rauch, y alcanzó el grado de teniente coronel y el mando del regimiento 1º de caballería.Se opuso a la revolución diciembre de 1829, en que Juan Lavalle derrocó y ejecutó a Manuel Dorrego. A órdenes de Juan Manuel de Rosas combatió en la batalla de Puente de Márquez y en el sitio de Buenos Aires. Entre 1830 y 1831 fue Comandante del Fuerte de la Federación.

Después de la caída de Lavalle fue nombrado jefe del Regimiento Nro. 1 de Caballería de Campaña, y en 1831 ascendido a coronel. Ese año hizo la campaña contra la Liga del Interior, ejerciendo por algún tiempo como edecán de Estanislao López. Representó a éste en la firma del Convenio de Calchines, por el que la provincia de Córdoba se entregaba a los federales.

De regreso a Buenos Aires fue subinspector de armas de la campaña porteña y más tarde jefe de la guarnición de la isla Martín García. En 1833 fue miembro del tribunal que juzgó al capitán José María Pinedo por la entrega de las islas Malvinas a los ingleses.

Hizo la campaña al desierto de 1833 a órdenes de Rosas; fue el encargado de remontar el río Colorado hasta sus nacientes, con la orden de reunirse con el general Aldao, que debería haber llegado hasta el mismo río. Pero éste había llegado a las nacientes de este río y se había visto obligado a regresar a San Rafael. De modo que llegó hasta los volcanes del Payún, de donde desalojó a los últimos indígenas enemigos, de la parcialidad de los pehuenches. durante esa campaña enfrentó a los indígenas en varias batallas, logrando expulsar a los peligrosos hermanos Pincheira, ex oficiales realistas devenidos caciques pehueches.

En 1835 pasó a ser edecán del gobernador Rosas. Conservando ese cargo, fue nombrado comandante de la frontera central los indígenas del oeste de la provincia de Buenos Aires. Realizó un profundo ataque contra los boroganos, los que aún no se habían sometido, y los venció en Tapalqué, a pesar de haber sido seriamente herido.

En 1836 viajó a Tucumán con una división que debía participar en la guerra contra la Confederación Perú-Boliviana; pero al estancarse este enfrentamiento, regresó a su provincia.

Fue nombrado comandante militar del norte de la provincia, con sede en San Nicolás de los Arroyos. Allí recibió casi simultáneamente al prisionero Domingo Cullen, ex gobernador de la provincia de Santa Fe, y la orden de Rosas de ejecutarlo, que cumplió a fines de junio de 1839.

Regresó a la frontera oeste, hasta que a principios de 1842 pasó a Santa Fe, donde ayudó a derrocar a Juan Pablo López. De allí pasó a Paraná, donde combatió contra los corsarios italianos de Giuseppe Garibaldi en esa ciudad. Combatió en la batalla de Arroyo Grande al frente de un regimiento de caballería.

Participó del Sitio de Montevideo durante ocho años y luchó en varias batallas en las murallas de esa ciudad.

En 1851, cuando Justo José de Urquiza se pronunció contra Rosas y avanzó contra las tropas de Manuel Oribe, los demás jefes argentinos lo enviaron a pedir instrucciones a Rosas. Pero cuando regresó con las órdenes de éste, Oribe lo amenazó con fusilarlo si comunicaba al resto de los oficiales dichas órdenes. Poco después, Oribe entregaba su ejército, incluidos los soldados argentinos, a las fuerzas de Urquiza. Ramos y los demás jefes se embarcaron hacia Buenos Aires.

Tras haber sido duramente reprendido por Rosas por no haber resistido la presión de Oribe, combatió en la batalla de Caseros.

Sus últimos años

Anverso y reverso de una moneda acuñada con motivo del centenario del nacimiento del Coronel Pedro Ramos.

Tras la victoria de Urquiza y la huida de Rosas, fue edecán del ministro de guerra José María Flores y participó en la revolución de diciembre a órdenes de Hilario Lagos. Participó un tiempo en el sitio de Buenos Aires y – tras un tiempo en que estuvo refugiado en Santa Fe – regresó a Buenos Aires.

Pasó el resto de su vida alejado de toda actividad militar, en una pequeña estancia de su propiedad.

Falleció de fiebre amarilla, en marzo de 1871, a los 76 años de edad.

Bibliografía
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Sitio web: revisionistas.com.ar (ver link)





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