La historia más allá de todos los tiempos: Reconstruir el Junín de hace 30 mil años



Un grupo de docentes, un geólogo y hasta un analista de sistemas conforman una asociación para la protección del patrimonio natural de nuestra ciudad y la región. 



Escribe Roberto Torres
Para LA VERDAD.


¿Se imaginan un tigre diente de sable o un antepasado de un elefante o especies de 6 metros de alto y con peso como mínimo de 4.500 kilos deambulando en la zona que hoy podría ser algún barrio de nuestra ciudad como Prado Español, Villa Talleres, el centro mismo?. Bueno. Hace unos 22 mil a 32 mil años ellos dominaban el paisaje juninense.
Se extinguieron hace unos 8 mil años. Un poco por el accionar del hombre y también por una glaciación –“La Era de Hielo” juninense-. Pero sus fósiles nos llegan a nuestros días, no por un Parque Jurasico (o Jurassic Park, como lo prefieran), sino a través del Museo “El Legado del Salado” que está abierto al público los sábados de 16 a 20.
Funciona en un espacio cedido por las autoridades de la Escuela Normal, lindante al gimnasio. Y allí un grupo de jóvenes juninenses motivados por Marcela Torreblanca llevan adelante su espíritu investigativo, su afición por la paleontología y desentrañan los secretos de miles de años.
LA VERDAD visitó el Museo y compartió una tarde con estos jóvenes que atesoran este pasado milenario.
Ellos han explorado todo el cauce del Salado que se extiende desde el Club de Planeadores hasta el puente de calle Lartigau y así fueron realizando estos hallazgos que nos transportan hasta la era denominada Pleistoceno, época geológica que comenzó hace 2,59 millones de años y finalizó aproximadamente 10.000 años a.C., precedida por el Plioceno y seguida por el Holoceno.
¿Cómo hacen para datar los fósiles encontrados?, fue una de las primeras preguntas que se atinó a hacerles. Y explicaron que a es través de las capas de tierra. Junín se encuentra en el denominado estrato lujanense que presenta dos capas: la verdosa, delata de 9 mil a 2 mil años y la de color rojizo, de entre 2 mil y 32 mil años, correspondiendo el lecho de tosca a épocas más antiguas, pero aún los investigadores juninenses no llegaron a ella.

Especies

De la época que describimos corrían por estas latitudes los megaterios, unos de los mamíferos más grandes que existieron y habitaron las orillas del Salado hace 8 mil años. Un megaterio parado en dos patas podía llegar a medir hasta 6 metros con un peso de 4.500 kilos.
Esta “Bestia grande” –tal el significado de su nombre- compartía escenario con el tigre diente de sable (Smilodon), carnívoro, de unos 400 kilos.
También convivían con ellos la Macrauchenia o llama gigante, un herbívoro de más de una tonelada; el Perezoso en sus diferentes grupos: Celidoterios, Milodontes, Lestodontes, entre otros; el Stegomastodon proveniente de América del Norte, un pariente de los elefantes de 4 toneladas y hasta 3 metros de alto; también los Hippidion, equinos más robusto y de cabeza más grande que la del caballo doméstico; el Toxodon que podríamos describir como similar a un hipopótamo o rinoceronte, de una tonelada de peso...
Uno de los más famosos de la época eran los gliptodontes –formaban parte de un grupo muy diversificado que poseía numerosos géneros-. Pertenecen a una línea evolutiva, hoy totalmente extinguida, que no dejó descendientes.
Fueron mamíferos xenartros, algunos de los cuales superaban las dos toneladas de peso, mientras que otros no sobrepasaban los 80 kilos. El gliptodonte con cola de maza o Doedicuro fue uno de los de mayor tamaño.
Todos ingresaron hace unos dos millones de años cuando el istmo de Panamá une la América del Sur con la del Norte. Así se produce el intercambio de especies entre ambos continentes.
Pero no todos los animales se extinguieron, algunos sobrevivieron como los Cervidos (ciervos), guanacos, vizcachas, chinchilla, nutria, zorros, zorrinos, felinos, roedores y mulitas.

Un Junín sepultado por las aguas

Los fósiles en la zona de excavación empiezan a aparecer a los 5 metros. La canalización del Salado, sin bien dañó fósiles, también permitió y favoreció la exploración, tarea que siguen realizando.
En la zona del Salado aparecen ya que la corriente de agua era contemporánea a las especies mencionadas, aunque con un cauce mucho mayor que prácticamente cubría lo que hoy es Villa del Parque y parte de la ciudad. Dice Marcela Torreblanca en su libro “El legado del Salado”: “En la zona del distrito de Junín, los depósitos marinos dejados una ingresión marina, se encuentran a más de 80 metros de profundidad” y agrega: “En la zona del río Salado donde actualmente está el partido de Junín, esas arenas alcanzan una extensión de aproximadamente 70 metros. Luego estos sedimentos marinos comienzan a adelgazarse hacia el oeste y ya casi ni aparecen en el vecino partido de Lincoln. Durante gran parte del Terciario lo que ahora es Junín estuvo sepultado por las aguas y hubo épocas que formó parte de extensas playas. Ahora estas arenas yacen sepultadas debajo de capas y capas de sedimentos continentales”.

El grupo de investigadores

Integran el equipo de trabajo conducido por Marcela Torreblanca y que dieron origen a este Museo: José Marchetto (profesor de Biología), Verónica Zappa (profesora de Biología y Química), Juan Pablo Franco (Analista de sistemas), Carlos Scandolera (geólogo), Francisco Gielis (estudiante de abogacía), Carla Fau (profesora de Biología y Química), Aldana Cairnie (profesora de Biología), Paula Torrus (profesora de Biología), Jacqueline Colosi (profesora de Biología), José Ignacio Zuccari (profesor de Geografía), Cintia Martínez (estudiante de Biología).
Este grupo lleva adelante la investigación y preservación de los restos paleontológicos descubiertos en nuestra ciudad. Todos ellos conforman la Asociación para la protección del patrimonio natural y cultural del noroeste de la provincia de Buenos Aires.
Las vías de contacto son: www.megafauna.com.ar; facebook: Museo El Legado del Salado y el mail: museoescolarjunin@hotmail.com
Todo un tesoro natural del pasado se puede conocer y observar en el museo que funciona en las instalaciones del ex Normal. Una oportunidad imperdible para conocer nuestro pasado más lejano.
 
Restos de la cola de gliptodonte protegidos tras una vitrina en el Museo “El Legado del Salado”.
 
Restos de vacas cimarronas que poblaron la zona entre 400 y 500 años atrás. Se pueden observar en un espacio dedicado a Florentino Ameghino y Javier Muñiz, primeros paleontólogos argentinos.
Algunos de los integrantes del grupo de investigadores juninenses que dieron vida y nutren al Museo sobre el legado del Salado. A todos ellos se los puede encontrar los sábados de 16 a 20.
La tarea no se detiene y en un espacio específico dentro del mismo Colegio Normal, los jóvenes juninenses siguen clasificando los restos que se van encontrando.
Los profesores José Marchetto y Verónica Zappa muestran a LA VERDAD algunos de los restos en exhibición en el Museo que funciona en instalaciones del ex Colegio Normal.





Comentarios

  1. Hola! Quisiera saber bien la dirección y el día y hora que se puede ver esta muestra. Me encanta saber de Junín y su historia. Siempre me gusto la panteología...
    También si les puedo servir de ayuda me encantaría, yo no estudio nada pero quizás podría servirles de algo y de paso aprendería....
    Mi facebook es: Stefania Carnelli.
    Gracias

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