La figura del Padre Medina, creador del Colegio "San José"

Se hizo cargo de la iglesia del barrio Pueblo Nuevo en 1957. Permaneció a su frente hasta 1989.Falleció en el año 2000. Su recuerdo permanente en la comunidad.



En 1957, el Padre Filgueira -quien se desempeñaba como titular de la parroquia San José del barrio Pueblo Nuevo- fue designado como sacerdote permanente en la Parroquia del Sagrado Corazón de Luján y se alejó de nuestra ciudad, falleciendo el 26 de enero de 1982 en la ciudad de Buenos Aires.

El 30 de junio de 1957, se hizo cargo oficialmente el párroco designado, presbítero Mario Patricio Medina, que provenía de General Arenales. Este sacerdote falleció en Buenos Aires el 3 de junio de 2000.

Realizaremos una breve reseña de la vida y obra del Padre Medina en nuestra ciudad.

A poco tiempo de su llegada, emprendió nuevos movimientos, expresando en varias oportunidades que sus desvelos eran los pobres y los enfermos.

El Colegio

Por directivas de sus superiores debió crear un colegio de varones, y para llevar adelante su nueva obra convocó a feligreses y vecinos (pues el colegio cambiaría la fisonomía del barrio), y a un grupo de maestras de grado y jardineras. También emprendió la tarea de construir el lugar físico para instalar las aulas. El trabajo fue quijotesco. El sacerdote y sus colaboradores recorrieron negocios, instituciones, chacras vecinas y a todos los que estaban en condiciones de cooperar.

El primer logro fue comprar la casa contingua a la vieja Capilla, propiedad de la familia Manacorda. Se la adecuó de la mejor manera posible y así surgió el primer edificio del Colegio Parroquial San José, de primero a cuarto grado.

Detallamos a continuación la nómina del personal del Colegio en el año 1962:

Directora: María Sofía Valente.

Maestras de grado: Raquel Ester García, Alicia Dolores Aveni, Ana María Bertuzzi y Doris Balvina Signorini.

Maestras preescolar: Ana María Gianelli, Alicia Elba Abdelmus y María Concepción da Fonseca.

Materias especiales:

Música: Norma Beatriz Ruiz - Dibujo: Marta Patiño - Inglés: Elsa Piegari y Beatriz Ballesteros - Francés: Irma L. de Berho.

Preceptoras: Amelia Lagorio de Jáuregui y Manuel Castro de Gauna.

En el año 1963 se hizo cargo de la dirección del Colegio la señora Emlia Lagorio de Jáuregui, y en años sucesivos se completó la planta funcional de la siguiente manera:

Maestras de Grado. Emilce Rosellini, Graciela Tapia y Nélida Ana Tolosa de Caldirola.

Maestras Preescolar: Mirta González.

Dibujo y Trabajo Manual: María Luis Etchart.

Preceptoras: Alicia Casciero, Marta Rosellini, Vilma Bertullo, Cristina Cianfagna, Yolanda Morrini y María Kenny.

En lo que fuera la capilla, separada por tabiques, funcionaron tres salas del Jardín de Infantes.

Las celebraciones religiosas se realizaron dignamente en una sala provisoria.

El entusiasmo del Padre Medina no decayó nunca, logrando sumar el trabajo invalorable de los padres de los alumnos: se realizaron kermeses, ferias y cada 1º de Mayo se celebró la Fiesta de San José Obrero, Patrono del Colegio, con un tradicional almuerzo comunitario que llegó a reunir mil personas.

Así, sin aportes estatales ni políticos, surgió la nueva infraestructura edilicia del Colegio que año a año amplió sus instalaciones.

Casi simultáneamente, y con el mismo amor y redobladas fuerzas se fue construyendo el Templo, digno, bello, y a la vez sencillo. El trabajo de la obra edilicia no distrajo un solo momento sus obligaciones sacerdotales.

Proclamó la Palabra de Dios transmitiendo comprensión y solidaridad hacia todos los que a él llegaban, con su trato sencillo y cordial impregnado de caridad cristiana.

Una de sus tareas fue atender diariamente a los enfermos que se encontraban en las salas del hospital San José llevando su palabra de fe.

Fue acompañado en su misión por un cura teniente (segundo cura de la Iglesia), el Padre Camilo Román, quien atendió la iglesia de Agustín Roca y otras iglesias a cargo de la Parroquia San José. El Padre Medina, sacerdote humilde, generoso, emprendedor, dejó su función en el año 1988, después de treinta y un años como párroco, con graves problemas de salud.

Quedaron como legado del padre Medina las siguientes obras: el Colegio Parroquial, una moderna construcción para la enseñanza, la Acción Católica en sus distintas ramas y la Liga de Madres de Familia.


Como ya aclaramos anteriormente, una de las iniciativas más importante del apostolado del Padre Medina fue la concreción de la construcción de la nueva Parroquia.

19 de abril de 2012:  Recordaron al Padre Mario
Medina y los 50 años del Colegio “San José”

Monseñor Agustín Radrizzani frente a la tumba del Padre Medina.

Marcando el cierre de las actividades programadas con motivo de las fiestas patronales de la parroquia San José en el barrio Pueblo, el Arzobispo de Mercedes-Luján monseñor Agustín Radrizzani, encabezó un homenaje efectuado al fundador del Colegio San José –que arribó a sus cincuenta años de existencia-, el presbítero Mario Patricio Medina quien nació el 17 de marzo de 1916 en Salto, provincia de Buenos Aires, ingresando en marzo de 1930 al Seminario “San José” siendo ordenado sacerdote por monseñor Anunciado Serafini el 6 de diciembre de 1942 en la Basílica de Luján.


Entre 1942 y 1953 fue sucesivamente vicario cooperador de las parroquias de Rojas, Pehuajó y San Andrés de Giles.


El 14 de octubre de 1953 fue nombrado párroco de la iglesia de Emilio Bunge y el 26 de febrero de 1957, en General Arenales. A partir de julio de 1957 ingresó a la parroquia San José en nuestra ciudad, falleciendo el 15 de julio del año 2000.


Tras realizar una semblanza del sacerdote recordado, las ex directoras Ana María Bertuzzi (Primario) y Norma Ruiz (Inicial) descubrieron una placa recordatoria a su memoria e inmediatamente después, un ex alumno de la primera promoción (Gustavo Ronca) y otro de la segunda promoción (Andrés Alonso) junto al señor Osmar Cáceres, fiel colaborador del Colegio y amigo del Padre Medina, depositaron una ofrenda floral.


Finalizando el homenaje efectuado en el atrio de iglesia –que se llevó a cabo luego de la procesión por las calles aledañas al templo- monseñor Agustín Radrizzani realizó una oración por el alma del fundador del colegio parroquial.

La figura de San José

Luego del homenaje al presbítero Mario Patricio Medina, se ofició la Santa Misa, concelebrada por monseñor Radrizzani, el actual párroco Roberto Giovanetone y sacerdotes de Junín y la zona.


En la homilía, el Arzobispo de Mercedes-Luján resaltó tres dimensiones de la vida de San José: la fe, la humildad y el trabajo.


“Le pedimos a San José –dijo monseñor Radrizzani- como primer don, el poder ver lo que nos rodea, nuestra propia historia, con una dimensión de fe. Tratando de ver todo como lo ve Dios, como lo ve Jesús. Dónde está el proyecto de Salvación para mi propia vida, para mis seres queridos, mi comunidad, mi ciudad y mi Patria. Se trata de ver la realidad con esperanza, con optimismo con serenidad, sabiendo que al final de los tiempos Dios será todo en todos”.


En torno al rasgo de humildad, el Arzobispo de Mercedes-Luján señaló: “El humilde es aquel que se sabe deudor de Dios, deudor de sus hermanos, que trata de estar siempre al servicio de lo que los rodean, que no desea competir con nadie, que evita todo criterio y juicio de envidad, celos y competitividad. Humilde es aquel con quienes todos nos encontramos a gusto”.


Destacó también la figura del Padre Medina comparándola con San José y leyó una carta que el sacerdote escribió a una feligresa de la comunidad, unos años antes de su fallecimiento donde señala: “Estoy sobrellevando la cruz, que Jesús, con infinito amor, me regaló”.


“Ese ejemplo que vemos en San José –agregó monseñor Radrizzani en su homilía- en un trabajo asiduo, silencioso, tesonero, sacrificado, lo vemos también a nuestro alrededor, en este caso en un pastor que fue ejemplo de vida”.


Otro mensaje dejado por el Arzobispo de Mercedes-Luján, fue que “la persona que toma en serio la vida de Jesús y el Evangelio, sabe que el tiempo es de Jesucristo siempre. La persona de fe contagia alegría y esperanza” y citó a San Atanasio, uno de los primeros Padres de la Iglesia, al decir que “la resurrección de Jesús hace de nuestra vida, una fiesta sin fin”.


Fotos de la procesión y ceremonia:































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