8 de julio de 1951: Inauguración del edificio de la Escuela 12

Las madrinas de las aulas. El mensaje de la directora de ese momento,  María T. Pereyra quien recordó al que fue "el principal gestor e impulsor de esta obra: el mayor Alfredo J. Arrieta". En ese momento el barrio se denominaba Noreste. 







El domingo 8 de julio de 1951 se inauguraba el nuevo edificio de la Escuela 12 en calles Pellegrini y Pringles. El costo de la obra fue de un millón de pesos. y la crónica periodística de la época destacaba que "consta el edificio con grandes comodidades. Posee nueve aulas para clases, distribuidas en dos pisos. Se ha dotado además, de sala para dirección, secretaría, sala de maestros, museo-biblioteca, sala de didáctica, de deportes y salón de actos. Finalmente cuenta con una cocina y casa para el director del establecimiento".

Asistieron al acto Elisa Duarte de Arrieta, el intendente municipal doctor Héctor Asor Blasi y su esposa Perla Azpelicueta, el cura párroco Juan Manuel Respuela, el diputado nacional Carlos A. Díaz y su esposa Aída Catelán, entre otras autoridades.

Fueron madrinas de las aulas: Susana S. de Tula, Elisa M. de Piñeyro, Herminda M. de Maggio. Alejandrina M. de Marzal y Rosa Demaría de Forte, las señoritas Isabel Maturi, Palmira Repetti, y Elsa Presa Vieyra y el señor Cayetano Pantuso. Se recordó a la primera directora que tuvo el establecimiento Raimundo Ruiz de Berho. La bandera de ceremonia fue donada por la sociedad de fomento del barrio Noreste, sector como se denominaba entonces la zona de la Escuela 12 y era presidente de la entidad fomentista Martín Arnaudo. El presidente de la Asociación Cooperadora era Francisco Colombo.

EL MENSAJE DE LA DIRECTORA

La directora de la Escuela 12 en el año de inauguración del edificio era María T. Pereyra y su mensaje fue el siguiente:

"Hay en la vida de los pueblos muchas fechas que son simbólicas porque van jalonando a lo largo del riempo y en el espacio, etapas sucesivas de realización. También las instituciones tienen las suyas. Tales son los actos que se acaban de celebrar y que encierran una importancia tal que si bien el espíritu está debidamente compenetrado de su trascendencia no podría con mi modesta elocuencia alcanzar el calificativo exacto a no se que aflore en palabras la alegría y emoción que nos inundan.

Se acaba de bendecir la nueva escuela ¡Hermosa realidad! largamente acariciada por este vecindario, realidad llevada a cabo merced a la preocupación constante de estos buenos vecinos y a la obra tesonera y constructiva de nuestro actual gobierno que hace realidad las sencillas y grandes palabras: En la Argentina los únicos privilegiados son los niños.

escuela que está destinada a los niños de nuestra Patria que han de recibir en ella los conceptos fundamentales y la educación necesaria para enfrentar las dificultades de la vida en un ambiente grato, cómodo y bello: templo augusto del saber donde el maestro argentino forja en la materia blanda y dócil del niño, como un escultor de almas, la imagen integral del futuro ciudadano de la Nación. Ha querido una feliz coincidencia que hoy reciba esta escuela en calidad de donación, esta hermosa bandera reglamentaria, donada por la sociedad de fomento de la Zona Noreste que engalanará nuestra escuela los días festivos.

Congregados ante este símbolo augusto de la Patria, brindemosle nuestra ofrenda sincera y ferovorosa, emotiva y trascendental que aúna el concepto de Dios y Patria, trasuntados en la gloriosa bandera bicolor cuyo manto cobija a quien busca su abrigo, a quienes prometen ser fieles y abnegados servidores de la Patria. Bandera argentina que nos habla del deber y de la Paz; de las virtudes excelsas de nuestros próceres, del heroísmo de nuestros guerreros y de la lucha de nuestro pueblo para conquistar su independencia y libertad. Bajo los pliegues de nuestra bandera, los héroes de nuestra independencia encontraron siempre fuerzas renovadas para continuar la lucha, nuestros grandes educadores la inspiración que los convirtiera en señeros de la enseñanza y nuestros estadistas el ejemplo de lo que ella representaba.

Niños amad vuestra bandera tal como la amó Belgrano su ilustre creador. Amadla igual que San martín. Como él haced que flamee victoriosa en todo el continente y aún más pero no ya en las batallas de la muerte sino en las del trabajo y del estudio, amadla tal como solo saben hacerlo los niños con el puro afecto de su corazón.

Amad esta bandera que nos convoca hoy con la sola virtud de su presencia. Descendió de los cielos y vive por el amor profundo de su pueblo y el trabajo tenaz que ella preside. Nuestro deber ante su trono augusto e inmaculado es hacerla más grande cada día, por el esfuerzo fecundo del trabajo y el afán ordenado del estudio. Ella recibió hoy la bendición de Dios que El siempre la acompañe y la proteja y que sea para vosotros vuestro guía.

Con verdadera emoción recibo esta bandera y hago llegar a los miembros de la sociedad de fomento mis sinceros sentimientos de gratitud con estas palabras: Muchas gracias y que vuestras aspiraciones para la labor fructífera que estáis realizando sean hermosa realidad y para terminar un recuerdo a la memoria del principal gestor y propulsor de esta obra, el mayor Alfredo J. Arrieta".

































































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